Obispos en el templo Portal del Poder de Dios

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OBISPOS EN EL TEMPLO.

Antiguo Testamento:

Hombre que había sido elegido entre los demás hombres para que los representara en su trato con Dios.
Miqueas:
“Entonces dijo él: Yo vi a todo Israel dispersado por los montes, a semejanza de ovejas sin pastor, y dijo el Señor: Estos no tienen caudillo, vuélvanse cada uno en paz a su casa”.

“Y ha destruido su pabellón como la choza de un huerto, ha demolido su Tabernáculo, el Señor ha entregado al olvido en Sión las solemnidades y los sábados y ha abandonado al oprobio y a la indignación de su furor al rey y al sacerdote”. (Lam. 2, 6).

“Sin embargo, ninguno reprenda ni corrija a nadie, porque tu pueblo es como aquellos que se las apuestan al sacerdote”. (Os. 4, 4).

“Y Jesús le dijo: Mira que no se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y ofrece el don que Moisés ordenó para que les sirva de testimonio”. (Mt. 8, 4).

“Los presbíteros que cumplen bien con su oficio, sean remunerados con doble honorario: mayormente los que trabajan en predicar y enseñar”. (Tim. 5, 17).

“¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y oren por el, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor”. (Sant. 5, 14).

“Esto supuesto, a los presbíteros, que hay entre vosotros, suplico yo, vuestro compresbítero y testigo de la pasión de Cristo: como también participante de su gloria, la cual se ha de manifestar a todos en los porvenir”. (Pe. 5, 1).

“Y seréis vosotros para mí un reino sacerdotal, y nación santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”. (Ex. 19, 6).

“Sois también vosotros a manera de piedras vivas edificados encima de él, siendo como una casa espiritual, como un nuevo orden de sacerdotes santos, para ofrecer víctimas espirituales, que sean agradables a Dios por Jesucristo”. (Pe. 2, 5).

“Por lo que dice la Escritura: Mirad que yo voy a poner en Sión la principal piedra del ángulo, piedra selecta, y preciosa: y cualquiera que por la fe se apoyare sobre ella, no quedará confundido”. (Pe. 2, 6).

“Así que para vosotros que creéis sirve la honra: mas para los incrédulos, esta es la piedra que desecharon los fabricantes, y no obstante vino a ser la principal o la punta del ángulo”. (Pe. 2, 7).

“Piedra de tropiezo, y piedra de escándalo para los que tropiezan en la palabra del Evangelio, y no creen en Cristo aun cuando fueron a esto destinados”. (Pe. 2, 8)

“Vosotros al contrario sois el linaje escogido, una clase de sacerdotes reyes, gente santa, pueblo de conquista: para publicar las grandezas de aquel que os sacó de las tinieblas a su luz admirable”. (Pe. 2, 9).

“Con que nos hiciste para nuestro Dios reyes, y sacerdotes: y reinaremos sobre la tierra hasta que después reinemos contigo en el cielo”. (Ap. 5, 10).

“Y dijo el Señor a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo seréis responsables de la iniquidad que se cometa en el Santuario: y tú y tus hijos juntamente pagaréis las culpas de vuestro sacerdocio”. (Núm. 18, 1).

“Además de esto, has de unir contigo a tus hermanos de las tribus de Levi, y a la familia de tu padre para que te asistan y sirvan: mas tú y tus hijos ejerceréis vuestro ministerio en el Tabernáculo del Testimonio”. (Núm. 18, 2).

“Los Levitas, pues, estarán atentos a tus órdenes y a todo cuanto haya que hacer con respecto al Santuario: con tal, empero, que no se arrimen a los vasos del Santuario y al altar, a fin de que ni mueran ellos, ni vosotros perezcáis juntamente con ellos:”. (Núm. 18, 3).

“Estén, sí, contigo y velen en la guardia del Tabernáculo, y en todas las cosas de su servicio. No se mezclará con vosotros persona ninguna de otra estirpe”. (Núm. 18, 4).

“Velad en la custodia del Santuario, y en el ministerio del altar; para que no se encienda mi enojo contra los hijos de Israel”. (Núm. 18, 5).

“Yo os he dado vuestros hermanos los Levitas, entresacados de los hijos de Israel, y os los he entregado a vosotros como un don hecho al Señor, para que sirvan en el ministerio del Tabernáculo”. (Núm. 18, 6).

“Ahora bien, tú y tus hijos conservad vuestro sacerdocio: y todas las cosas que pertenecen al servicio del altar, y están dentro del velo, han de ser administradas por los sacerdotes. Si algún extraño se introdujere será muerto”. (Núm. 18, 7).

“Revístense de justicia o santidad tus sacerdotes y regocíjense tus santos”. (Sal. 131, 9).

“Dirigió el Señor su palabra a Ezequiel sacerdote, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; y allí se hizo sentir sobre él la mano y la virtud de Dios”. (Ez. 1, 3).

“Porque en los labios del sacerdote ha de estar el depósito de la ciencia y de su boca se ha de aprender la Ley puesto que él es el Ángel del Señor de los ejércitos”. (Mal. 2, 7).

“Lo cierto es que aquellos de la tribu de Leví que son elevados al sacerdocio, tienen por la Ley orden o derecho de cobrar los diezmos del pueblo, esto es, de sus hermanos: aunque también estos mismos vengan como ellos de la sangre de Abraham”. (Heb. 7, 5).

“Porque mudado el sacerdocio es forzoso que también se mude la Ley”. (Heb. 7, 12).

“Siendo como es notorio, que nuestro Señor Jesucristo nació de la tribu de Judá: a la cual jamás atribuyó Moisés el sacerdocio”. (Heb. 7, 14).

“Como lo declara la Escritura diciendo: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec”. (Heb. 7, 17).

“Y además este Sacerdote Jesucristo no ha sido establecido sin juramento (porque ciertamente los otros fueron instituidos sacerdotes sin juramento”. (Heb. 7, 20).

“Mas este lo fue con juramento, por aquel que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: tú eres Sacerdote por toda la eternidad”. (Heb. 7, 21).

“Además aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía que durasen siempre”. (Heb. 7, 23).

“Mas este como siempre permanece, posee eternamente el sacerdocio”. (Heb. 7, 24).

Hablan nuestros hermanos:

-La Divina Providencia, está con ellos…

-Misioneros de Dios, dirigen la Iglesia Católica en todo el mundo…

-Se sienten comprometidos con la sociedad para encontrar el buen camino…

-Se reúnen en éste lugar, tierra santa para dar testimonio del Poder de Dios…

-Es la fortaleza del Señor éste grupo de misioneros para el bien de la humanidad…

-Son misioneros del Señor Jesucristo por lo tanto tienen la luz del Señor…

-Ellos se encuentran en constante preparación para advertir a la sociedad de nuestros bienes…

-Sienten el amor de Dios y la transmiten con sus palabras a la humanidad…

-La visión de ellos es muy grande para hacer el bien y bendicen a todos por igual…

-Predican la “Palabra de Dios”, como lo hicieron los apóstoles de Jesús…

-Son siervos de Dios para bien de la sociedad…

-Ésta es la misión de ellos, dar a conocer la palabra de Dios…

-Siempre lo han dicho: “Bendito seas y glorificado seas Señor por los siglos de los siglos…

-Todo está escrito, el Poder de Dios en nuestra existencia, ellos lo saben…

-La fuerza del pensamiento hace la unión, la unión católica en todo el mundo…

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Miqueas: “Entonces dijo él: Yo vi a todo Israel dispersado por los montes, a semejanza de ovejas sin pastor, y dijo el Señor: Estos no tienen caudillo, vuélvanse cada uno en paz a su casa”. “Y ha destruido su pabellón como la choza de un huerto, ha demolido su Tabernáculo, el Señor ha entregado al olvido en Sión las solemnidades y los sábados y ha abandonado al oprobio y a la indignación de su furor al rey y al sacerdote”. (Lam. 2, 6). “Sin embargo, ninguno reprenda ni corrija a nadie, porque tu pueblo es como aquellos que se las apuestan al sacerdote”. (Os. 4, 4). “Y Jesús le dijo: Mira que no se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y ofrece el don que Moisés ordenó para que les sirva de testimonio”. (Mt. 8, 4). “Los presbíteros que cumplen bien con su oficio, sean remunerados con doble honorario: mayormente los que trabajan en predicar y enseñar”. (Tim. 5, 17). “¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y oren por el, ungiéndole con óleo en el nombre del Señor”. (Sant. 5, 14). “Esto supuesto, a los presbíteros, que hay entre vosotros, suplico yo, vuestro compresbítero y testigo de la pasión de Cristo: como también participante de su gloria, la cual se ha de manifestar a todos en los porvenir”. (Pe. 5, 1). “Y seréis vosotros para mí un reino sacerdotal, y nación santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”. (Ex. 19, 6). “Sois también vosotros a manera de piedras vivas edificados encima de él, siendo como una casa espiritual, como un nuevo orden de sacerdotes santos, para ofrecer víctimas espirituales, que sean agradables a Dios por Jesucristo”. (Pe. 2, 5). “Por lo que dice la Escritura: Mirad que yo voy a poner en Sión la principal piedra del ángulo, piedra selecta, y preciosa: y cualquiera que por la fe se apoyare sobre ella, no quedará confundido”. (Pe. 2, 6). “Así que para vosotros que creéis sirve la honra: mas para los incrédulos, esta es la piedra que desecharon los fabricantes, y no obstante vino a ser la principal o la punta del ángulo”. (Pe. 2, 7). “Piedra de tropiezo, y piedra de escándalo para los que tropiezan en la palabra del Evangelio, y no creen en Cristo aun cuando fueron a esto destinados”. (Pe. 2, 8) “Vosotros al contrario sois el linaje escogido, una clase de sacerdotes reyes, gente santa, pueblo de conquista: para publicar las grandezas de aquel que os sacó de las tinieblas a su luz admirable”. (Pe. 2, 9). “Con que nos hiciste para nuestro Dios reyes, y sacerdotes: y reinaremos sobre la tierra hasta que después reinemos contigo en el cielo”. (Ap. 5, 10). “Y dijo el Señor a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo seréis responsables de la iniquidad que se cometa en el Santuario: y tú y tus hijos juntamente pagaréis las culpas de vuestro sacerdocio”. (Núm. 18, 1). “Además de esto, has de unir contigo a tus hermanos de las tribus de Levi, y a la familia de tu padre para que te asistan y sirvan: mas tú y tus hijos ejerceréis vuestro ministerio en el Tabernáculo del Testimonio”. (Núm. 18, 2). “Los Levitas, pues, estarán atentos a tus órdenes y a todo cuanto haya que hacer con respecto al Santuario: con tal, empero, que no se arrimen a los vasos del Santuario y al altar, a fin de que ni mueran ellos, ni vosotros perezcáis juntamente con ellos:”. (Núm. 18, 3). “Estén, sí, contigo y velen en la guardia del Tabernáculo, y en todas las cosas de su servicio. No se mezclará con vosotros persona ninguna de otra estirpe”. (Núm. 18, 4). “Velad en la custodia del Santuario, y en el ministerio del altar; para que no se encienda mi enojo contra los hijos de Israel”. (Núm. 18, 5). “Yo os he dado vuestros hermanos los Levitas, entresacados de los hijos de Israel, y os los he entregado a vosotros como un don hecho al Señor, para que sirvan en el ministerio del Tabernáculo”. (Núm. 18, 6). “Ahora bien, tú y tus hijos conservad vuestro sacerdocio: y todas las cosas que pertenecen al servicio del altar, y están dentro del velo, han de ser administradas por los sacerdotes. Si algún extraño se introdujere será muerto”. (Núm. 18, 7). “Revístense de justicia o santidad tus sacerdotes y regocíjense tus santos”. (Sal. 131, 9). “Dirigió el Señor su palabra a Ezequiel sacerdote, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; y allí se hizo sentir sobre él la mano y la virtud de Dios”. (Ez. 1, 3). “Porque en los labios del sacerdote ha de estar el depósito de la ciencia y de su boca se ha de aprender la Ley puesto que él es el Ángel del Señor de los ejércitos”. (Mal. 2, 7). “Lo cierto es que aquellos de la tribu de Leví que son elevados al sacerdocio, tienen por la Ley orden o derecho de cobrar los diezmos del pueblo, esto es, de sus hermanos: aunque también estos mismos vengan como ellos de la sangre de Abraham”. (Heb. 7, 5). “Porque mudado el sacerdocio es forzoso que también se mude la Ley”. (Heb. 7, 12). “Siendo como es notorio, que nuestro Señor Jesucristo nació de la tribu de Judá: a la cual jamás atribuyó Moisés el sacerdocio”. (Heb. 7, 14). “Como lo declara la Escritura diciendo: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec”. (Heb. 7, 17). “Y además este Sacerdote Jesucristo no ha sido establecido sin juramento (porque ciertamente los otros fueron instituidos sacerdotes sin juramento”. (Heb. 7, 20). “Mas este lo fue con juramento, por aquel que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: tú eres Sacerdote por toda la eternidad”. (Heb. 7, 21). “Además aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía que durasen siempre”. (Heb. 7, 23). “Mas este como siempre permanece, posee eternamente el sacerdocio”. (Heb. 7, 24). Hablan nuestros hermanos: -La Divina Providencia, está con ellos… -Misioneros de Dios, dirigen la Iglesia Católica en todo el mundo… -Se sienten comprometidos con la sociedad para encontrar el buen camino… -Se reúnen en éste lugar, tierra santa para dar testimonio del Poder de Dios… -Es la fortaleza del Señor éste grupo de misioneros para el bien de la humanidad… -Son misioneros del Señor Jesucristo por lo tanto tienen la luz del Señor… -Ellos se encuentran en constante preparación para advertir a la sociedad de nuestros bienes… -Sienten el amor de Dios y la transmiten con sus palabras a la humanidad… -La visión de ellos es muy grande para hacer el bien y bendicen a todos por igual… -Predican la “Palabra de Dios”, como lo hicieron los apóstoles de Jesús… -Son siervos de Dios para bien de la sociedad… -Ésta es la misión de ellos, dar a conocer la palabra de Dios… -Siempre lo han dicho: “Bendito seas y glorificado seas Señor por los siglos de los siglos… -Todo está escrito, el Poder de Dios en nuestra existencia, ellos lo saben… -La fuerza del pensamiento hace la unión, la unión católica en todo el mundo…
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